
Desde que entre a la Sala PALO PALO, el sábado pasado, hasta que salí de ella, tuve en mi cara dibujada una sonrisa. Y es que fui a un concierto de Javier Krahe. Para quien no sepa quién es él, aquí dejo una de sus canciones:
Sus canciones nos abofetean con una rima y una métrica muy cuidada y esa ironía que muy pocas personas tienen. Su directo es una maravilla, en él desgrana canción por canción a golpe de lingotazos de güisquis y algún que otro cigarrillo acompañado tan solo por una guitarra, un contrabajo y un saxo, clarinete o flauta (depende de la canción). Las carcajadas de los asistentes son muy frecuentes, en definitiva, ver a este hombre es un placer.
Me parece increíble que alguien como Javier Krahe pase tan desapercibido en este país (el tiempo pondrá a cada uno en su lugar), mientras tanto me queda disfrutar de sus canciones y quién sabe, de otro concierto…
“Y ruede la rueda
y gire la noria…”

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